Después
de varios meses entrenando y encadenando unos cuantos triatlones de larga
distancia, me encuentro un poco cansado y me voy a Galicia a descansar con mi
familia.
Pero
si los Dioses hubieran querido que descansara, hubieran hecho que me gustara
jugar al billar, por poner un ejemplo.
Sin
embargo sus planes para conmigo serían diferentes y decidieron que los
descansos los hiciera con la MTB haciendo rutas de uno o de varios días.
Y
así decido empezar a descansar:
De
Verín a Pontevedra, dos días en MTB por el norte de Portugal.
Llegamos
a Verín sobre las 10:30, estaba lloviendo pero como tenía planeado me bajé del
coche y emprendí la marcha en dirección Portugal hacia el Sur.
Llegué a Gerés donde hice noche.


Al día siguiente muy
temprano salí del alojamiento y empecé subiendo un puerto de 13 kilómetros, en
una madrugada húmeda y lluviosa con niebla, pero la temperatura muy agradable,
de Gerés a Lobios en dirección norte se pasa a España y luego hacia el suroeste
se vuelve a entrar en Portugal.
Ya
en Galicia, continúe descansando con la MTB;
Hoy
por poner un ejemplo he salido de Sanxenxo con intención de hacer una ruta con
la MTB de 35 kilómetros, para lo cual me he bajado un track de Wikilog sin
conocer al autor, la emprendo pero a los 5 kilómetros me empieza a meter por
polígonos industriales y carreteras con tráfico, así que decido pasar de perder
la mañana haciendo lo que quiera que hizo en su día un tío que ni conozco, así
que abandono el track y pongo rumbo al Monasterio de Armenteira y desde allí
meterme por verdaderas rutas de MTB que hay en esos parajes, terminando
en el monte Castrove que lo conozco bien.


Bebiendo
donde lo hacen las vacas.
Tramos
casi impracticables, hacia arriba y hacia abajo.
Soledad
absoluta y preciosas vistas.
Al
fin salgo al monte Castrove donde un ciclista me hace una foto y ya solo una
bajada larga de asfalto hasta llegar a casa.

Pues eso; el descanso de hoy ha sido, todos los desniveles para arriba y para abajo que pudiera imaginar.
Y
terminé reventado como siempre.