11/1/10

Adaptación al medio


Supongo que una clave de la supervivencia animal es la adaptación al medio y, teniendo en cuenta, que nosotros no somos como animales, si no que somos animales, pero más débiles físicamente, más nos cuesta hacerlo y más lentamente lo conseguimos, de hecho y analizando la situación globalmente, no nos hemos adaptado al medio sino que destruimos el medio para adaptarlo a nuestros caprichos, pero bueno por ahí no van los tiros de lo que hoy quiero decir.

Pienso que entre otras cosas se consigue la adaptación por la repetición del ejercicio, del acto, la vivencia o la circunstancia, es decir hacer algo muchas veces o estar en determinadas condiciones durante mucho tiempo.



Recuerdo que en alguna ocasión nada más embarcar en un barco donde la tripulación estaba compuesta por filipinos, indios, eslavos, italianos, gallegos etc. o simplemente de tripulación totalmente española, mi primera impresión al ver las caras de la gente, los gestos, ademanes y oírlos hablar, fue pensar “Joder, donde me he metido”. Veía a toda la tripulación muy diferente a mí, cómo si fueran alienígenas, Más tarde, una vez embarcado y conviviendo con ellos, sentía que eran como yo o que yo era como ellos, incluso me parecía que yo había nacido allí, estaba a gusto y me desenvolvía perfectamente, es decir, ya me había adaptado o simbiotizado con el medio, mi supervivencia estaba garantizada.

La primera vez que hice 20 x 400 m. recuperando 1:30 o hasta 120 pulsaciones en la pista de atletismo, supongo que los haría en 1:30 o más y agonizando, me pareció un entrenamiento durísimo, horrible y sin ganas de volver a repetirlo, pero con el tiempo hacia 20x400 m. en la pista en 1:09, sufría y agonizaba igual que siempre, pero ya no me suponía problema y sabéis por qué, pues porque lo hacía todos los miércoles, era el sufrimiento de los miércoles, algo tan cotidiano que hasta lo cogí cariño y termino gustándome, me había adaptado al sufrimiento de los 20x 400 m.
Lo mismo digo con una sesión de mas de 30 km corriendo en verano y a mediodía, de más de 6 horas en bici con frío o lluvia o de horas nadando en aguas abiertas con oleaje, no sé si servirán para algo, es posible que no, eso que lo digan los entrenadores que yo no lo soy, pero a mí me sirven para encontrarme cómodo y terminar disfrutando de esa sesión o tipo de entrenamiento, es decir adaptarme a él.
Las salidas en bici o a correr en condiciones climatológicas diferentes a las que estamos acostumbrados o con temperaturas superiores o inferiores a las óptimas, no tienen que ser malas son simplemente mas frías, con menos visibilidad o más calor y humedad en su caso, pero no peores. Siempre recordaré entrañablemente todo lo que disfrutaba corriendo de 20 a 25 km en la zona hotelera y manglares de Cancún con un calor y humedad exagerado, sudando lo indecible, lo describiría como un sufrimiento sumamente placentero y en los momentos más duros o cuando más agotado estaba me ponía a pensar en las Pacifico y platos de nachos que me esperaban al terminar el entrenamiento y era un aliciente más para llevar bien la sesión o también las apoteósicas sudadas de los entrenamientos en La Habana.


A lo que voy hoy, Davidiego ha puesto esta entrada en su blog:
"La nieve cae a su ritmo" donde relata su entrenamiento en bici con nieve y mucho frío.

Y yo le he hecho el siguiente comentario:

Primero: Enhorabuena, estás en el camino.

Segundo: cuando estas tumbado en el sofá, ya caliente y comiendo a placer, la sensación de satisfacción está a años luz de si estuvieras en las mismas circunstancias sin haber salido de casa o hecho nada antes.

Tercero: Puedes hacer alguna concesión si es por seguridad, me refiero a que en estas circunstancias, mejor salir con la MTB que tiene tacos y se puede utilizar off road, con un frontal para no limitarte a las 3 horas y no preocuparte si se te hace de noche y con un GPS, para tener la certeza de que si te pierdes regresas por donde has ido, aunque en esas circunstancias el riesgo no existe o es mínimo, pero de eso se trata, te recuerdo un dicho que intento llevarlo a la práctica siempre: “Cuanto más loca la aventura, más cuerdo el aventurero”.

Cuarto: La clave de la supervivencia es la adaptación al medio, es decir cuando lo hagas muchas veces será algo tan normal, tan sencillo y carente de ningún merito como si sales con solecillo a dar un paseo.

Quinto: Los normales somos nosotros , los raros son ellos.