
Me encuentro embarcado en un “candray” pequeño y mierdoso, navegando por el Mediterráneo, casi siempre entre puertos italianos.


Algún día puedo salir a correr en puerto, a veces de día y a veces de noche, pero la mayoría de los días me toca entrenar corriendo por una cubierta de unos 60 metros, ida y vuelta, ida y vuelta….y así hasta completar hora y media.
Con buen tiempo.

Por la costa.

Unas veces viendo agua y solo agua.

