7/1/18

El Marjal del Moro

Desde que vivo en Valencia, concretamente en Puzol tengo a escasos dos kilómetros  de mi casa un humedal, dónde se dan unas condiciones excelentes para pasear, disfrutar de la naturaleza, observar multitud de aves  y en mi caso correr y aunque me gusta correr en diferentes lugares,  este es uno de los más utilizados por ser el más cercano a mi casa, un privilegio que llevo disfrutándolo unos cuantos años, una y mil veces he corrido por todos y cada uno de sus caminos, en todo tipo de días , primaverales de excelente temperatura , invernales , calurosos de verano, con buenas sensaciones , con cansancio, con euforia, en soledad casi siempre y algunas veces acompañado por Diego, aunque pocas.




 



Rodaje largo de ida y vuelta con Diego de compañia.

 Y siempre ese lugar me hacía desconectar del medio urbano y embeberme totalmente mientras corría,  de ese entorno especial, los sonidos de las aves, el viento entre los juncos, la humedad, la luminosidad, todo ello me hacía disfrutar más de lo normal en un entrenamiento de carrera a pie, cuando lo hacía en “La Marjal del Moro”.



 



Pues eso se terminó ya, nunca se me pasó por la cabeza que pudiera desaparecer tan de repente, de un día para otro.
El pasado día 4 cuando llegaba a mi casa a medio día por la carretera avisté una enorme columna de humo, que ubiqué a primera vista por la zona de Sagunto y en un principio pensé que podría estar localizado en  un polígono industrial, pero a medida que me acercaba a Puzol, pude percatarme de lo que no se me paso por la cabeza y eso fue la cruda realidad, se estaba quemando El Marjal del Moro.  


Al atardecer fui al lugar a ver cómo estaba el incendio.
  







Y  al día siguiente fui con la bici a ver cómo había quedado.

































2 comentarios:

ramonet dijo...

Malditos seres humanos, algunos

Anónimo dijo...

¡¡Qué pena, Toni!! muchísima pena. Cuando se quema el monte, el bosque o esta maravilla de sitio es como si se nos fuera un amigo. No hay palabras para describir esta desolación. Entiendo que te encuentres así porque en realidad se nos ha quemado a todos. Este mundo loco va directo a la destrucción.
Aquí ya sabes que de vez en cuando se nos quema el monte pero afortunadamente el pino canario sobrevive. Menos mal porque si no fuera así ya no tendríamos nada de monte en Tenerife.
Cuídese mucho, amigo. K