25/7/11

Primer MONEGROSMAN (Lucha sin cuartel contra el Cierzo)

Plenamente satisfecho es lo que mejor describe mi estado después de los momentos vividos en San Juan de Flumen tras mi participación en el primer Monegrosman.

Un triatlón de 1800 metros de agua y que se nada en un pequeño pero bonito pantano a solo 600 metros del pequeñísimo pero acogedor pueblo de San Juan de Flumen que reúne todas las características para el tipo de competiciones que a mi más me gustan, un entorno rural, inmensa tranquilidad ,no masificación y un buen ambiente triatletico.






72 kilómetros de bici en un circuito de 24 kilómetros a tres vueltas muy rápido y nada de duro en el supuesto de que soplara un viento moderado, cosa que no ocurrió y el fortísimo Cierzo se encargo de dar un buen caché de dureza a esta prueba cosa que en mi opinión se agradece ya que cuanto más dura sea una prueba con más satisfacción cruzas la línea de meta.



Y 15 kilómetros de carrera a pie, tres vueltas en un recorrido de 5 kilómetros de tierra y camino pedregoso con algunos repechos, alguna sombra y mucho descampado donde se puede echar el resto de lo que te quede corriendo rápido, también suponiendo que el viento te lo permita.



La meta en la pequeña plaza del pueblo y al lado de uno de los dos únicos bares que hay , aparcamiento sin problemas en cualquier calle cercana, una pequeña carpa con alguna marca de material deportivo y una organización que lo hizo todo bastante bien en mi opinión, destacando la impecable labor de los voluntarios.


Al final una fideuá durante la entrega de trofeos y punto final, y para que queremos más o por lo menos yo.

Mi carrera

Llegué el sábado a mediodia a Sariñena donde tenia reservado alojamiento en un hostal el “Alcanadre”, y nada mas entrar en recepción veo un cartel muy grande diciendo: “prohibido meter bicis en las habitaciones”, expliqué a la persona de recepción que mi bici es la parte más importante de mi equipaje y que mi equipaje no lo dejo en el coche y aparcado en la calle bajo nigún concepto, pero solo con una mirada a la cara de quien me estaba atendiendo me di cuenta de que mis palabras no eran entendidas por no decir que ni escuchadas, así que para no gastar tiempo en vano me fui sin más.
En diez minutos gracias a la amabilidad del dueño del Hotel Sariñena que estaba completo ya tenia alojamiento con la lógica posibilidad de meter todo mi equipaje en la habitación ,me aloje en Sena un pueblo a 10 kilómetros de Sariñena, más tranquilo y mas barato.

Por la tarde me desplace a San Juan de Flumen a 20 minutos de carretera casi sin tráfico, recogí el dorsal, vi la contrarreloj del Tour en un bar, y me fui al pantano solo a 600 metros del pueblo, estaba yo solito y me tire a nadar sin neopreno el agua estaba a una temperatura ideal, lo cruce dos veces disfrutando de la tranquilidad y soledad del momento y lugar, acto seguido una vuelta en bici en la que tuve problemas para mantener la dirección y el equilibrio durante los tramos que el fortísimo viento daba totalmente de costado y me dije “ que mañana sea lo que los dioses quieran”, ahora no me voy a preocupar.

El domingo amaneció soleado y con bastante viento Un Cierzo que se auguraba nos iba a poner las cosas más difíciles de lo que algunos podían desear.

En la natación disfrutando y sin desgastar nada como siempre , se hizo con neopreno aunque se podía haber hecho sin él, la temperatura del agua era muy calida pero fuera hacia algo de frío a esas horas.




la bici fue una lucha implacable contra el Cierzo que me desgastaba cuando lo tenia lateral, me relentizaba y me hacia esforzarme a tope cuando lo tenia por la proa y me hacia disfrutar de altas velocidades cuando entraba a favor , la verdad que disfrute del segmento de bici y del Jodido Cierzo.



Cuando empecé a correr ya tenia una buena paliza encima a pesar de haber hecho solamente 72 kilómetros, pero no me encontré mal del todo y comencé con alegría , hasta que la orientación del circuito cambio y el intratable Cierzo me dio de cara desgastándome y haciéndome perder tanta velocidad que mermó muchísimo el ritmo medio. El circuito de tierra y pedregoso tenia un toque de cross suave y aunque no tan rápido como el asfalto a mí me gusto mucho y pude ganar unas cuantas posiciones en la carrera a pie a pesar del viento.





Entré satisfecho y con ganas de repetir al año que viene, si no es que hacen otro antes.

La comida la compartí con los Chicos y chicas del Aguaverde y el podio con dos que no conocía pero seguro que han disfrutado tanto como yo.