17/5/01

Una temporada en el caribe

Me llaman para embarcar de Capitán en un crucero que va a hacer Cancún La Habana, El barco es el antiguo “Don Juan” de Royal Hispania y que ahora se llama “Riviera I”.
No me lo pensé dos veces, dejo el “Félix- E”


Un Fast-ferry de última generación en el que estoy haciendo Algeciras Ceuta, aburrido de tantos problemas y hago la maleta, me voy a Palma de Mallorca  a despedirme de Reyes que se queda en su trabajo en Palma donde vivimos y me voy al Caribe, me encanta el calor y la humedad de las zonas tropicales. 

 Embarco en el "Riviera I" en Cancún.





La travesía
 Hacíamos dos cruceros a la semana, uno de fin de semana y otro a mitad de semana, la distancia eran de unas 273 millas y la duración del viaje unas 19 a 20 horas.



  


En Cancún


En Cancún el barco permanecía fondeado por no existir atraque lo suficientemente grande, fondeábamos entre el embarcadero de Playa Linda en Cancún e Isla Mujeres.




                                                                             Playa Linda


El fondeadero entre Cancún e Isla Mujeres era de arena, aunque se entraba y salía bordeando un arrecife de coral y tenía buenas enfilaciones.



El agua cristalina y de un azul precioso, se podía ver el fondo a bastante profundidad.




El pasaje embarcaba y desembarcaba desde Playa Linda utilizando el “Bucanero” y el “Capitán Hook”, 2 embarcaciones de excursiones turísticas a modo de tender.



Que se abarloaban al costado del Riviera I para efectuar dichas operaciones. 



Lo cual era sencillo con buen tiempo y bastante complicado cuando había mala mar.


La embarcación de servicio era una lancha llamada “Sea Hawk”, que iba y venía del barco a Playa Linda tantas veces como hiciera falta.


Fondeados en Cancún y cuando todo estaba tranquilo yo iba a tierra y corría por la zona hotelera de Cancún, a veces entrando en los manglares, solía hacer entre 90 y 120 minutos con bastante calor y humedad.





 Cuando terminaba me bañaba en una pequeña playa de aguas cristalinas que habia en el mismo embarcadero.

 Y  luego me iba a comer unos cuantos platos de nachos con más de una cerveza, que me sabían a gloria , después de vuelta al barco.


 Isla Mujeres



El “sea Hawk” hacia combustible en una gasolinera de Isla Mujeres.




Siempre que podía iba con la lancha y nada más llegar hacia un entrenamiento que consistía en dar la vuelta entera a la isla corriendo, un total de 21 kilómetros.




 Un día conocí a un triatleta mejicano que me llevo a “arponear”, pesca submarina en apnea, una experiencia inolvidable.







A bordo

Cuando el buque estaba navegando y mientras se desarrollaban las actividades propias de un crucero.






 Me daba tiempo para estar en el puente, en el despacho, recorrerme las cubiertas.





Y para correr un poco todos los días, adaptándome a las circunstancias, solía hacerlo  dando vueltas a un circuito de 95 metros alrededor de la piscina y el solárium


Cuando la mar estaba en calma estaba lleno de gente y tenía que bajarme a la cubierta de botes y correr por un estrecho pasillo



Otros días la mar estaba movidita (mirar la piscina) y tenía más dificultad.


Y otros al atardecer con el barco fondeado y sin pasaje. 




"Nowhere"
 


Dos días a la semana salíamos desde Cancún a 20 millas fuera de aguas Mejicanas y permanecíamos en alta mar toda la noche “En ninguna parte” 

Para poder abrir el casino y que se jugara, y se bebiera, y se bailara etc. como posesos (el pasaje, yo no)



A algunos hasta los tuve que casar.


Llegada a La Habana



Navegando


Enfilando el "Castillo del Morro"


Atención a la máquina


                        Embarca Práctico



              
Práctico a bordo

                  
El Morro al través


     
Entrando en el canál


                                                             Dentro del puerto

                                                Primer cabo
                              


Atracados en el muelle de la estación marítima de La Habana.

Una vez atracado el barco, despachado con las autoridades y desembarcado el pasaje, salía a correr por La Habana una tirada larga, con mucho calor y humedad, pero disfrutando de cada momento.

 


 Riviera I saliendo de La Habana.


Al dejar La Habana toda la tripulación lo hacía con algo de nostalgia, hasta el punto, que en muchas ocasiones, algunos se quedaban en puerto y perdían el barco, pero eso es otro tema.




Siete meses en La Habana

Durante estos siete meses de campaña, pasaba en la Habana 3 días a la semana, me sumergí en el Ambiente Habanero hasta la medula, sus mañanas sus tardes y sus noches.
 
 

Y conocí, artistas cubanos de todo tipo, gente muy particular y también atletas.

El Malecón
Al principio salía a correr solo y lo hacía casi siempre por el Malecón, lo recorría entero unos 8 kilómetros y hacia alguno más para que de regreso al barco me salieran más de 20 kilómetros. 



Donde empieza el Malecón

Malecón de madrugada

Malecón por la tarde.
 
Malecón con calor

Malecón solitario

Malecón bullicioso

Malecón con temporal

Más Malecón

 Kilómetros y kilómetros de Malecón

Corriendo por todos los rincones de La Habana.
 De norte a sur y de este a oeste me recorrí La Habana y sus alrededores ciento y una veces, infinitas zancadas, muchos litros de sudor, muchas buenas sensaciones y muchos buenos momentos para mi colección.
 





 



Mi sparring
Conocí a un maratoniano cubano que estaba lesionado y no podía correr, pero me acompañaba en su bicicleta dándome agua y llevándome por rincones especiales de La Habana. 
 

Con los atletas cubanos.
Después de días corriendo en solitario por El Malecón me empezaron a conocer algunos atletas cubanos que me llevaron a la pista de atletismo de La Habana donde compartí bastantes entrenamientos con ellos.







Algunos populares y otros como los hermanos Cuba (1º y 2º en el Maratón de Madrid hace poco), Emperatriz Wilson y otros de 1:04 en media maratón, no muchos pero algunos de un nivel  muy alto.
También pude competir en una carrera que hicieron en La Habana un día:








"Una buena tripulación "

Gracias al buen hacer de mis oficiales, he podido perderme por La Habana y Cancún sabiendo que el barco estaba en buenas manos.
Y agradezco a toda la numerosa tripulación que ha pasado por el “Riviera I” en los meses que he estado al mando, ya que cada aportación individual hace que el buque navegue y llegue a buen puerto.


Sobre el "Riviera I"

 En la pagina "La Compañía Trasmediterránea a través de sus buques”  relata la historia detallada Historia detallada de este buquehttps: desde su botadura en 1967 como "Las Palmas de Gran Canaria" hasta su hundimiento  en  el 2005 como "Royal Pacific".